miércoles, 8 de octubre de 2014

Actividad 1. Ana Mayleth Peralta- Corte 2


Actividad 1. Blog- Corte 2- Ana Mayleth Peralta Enciso

1.    Escriba una carta para un compañero del grupo sobre las apuestas lectoras que haría desde las críticas que nos hace Machado a los maestros.

Carta a las compañeras sobre las apuestas lectoras

Compañeras, escribo ésta carta a todas porque sé que hay una necesidad colectiva por intentar buscar excusas para acercarnos a la literatura y no precisamente de una forma obligada…

De repente aprendí, que debemos estar motivados y querer con ganas hacer algo, porque personalmente encuentro satisfacción en las cosas cuando las hago porque quiero y esto lo sé desde hace mucho tiempo. Un día, empecé a leer porque mi trabajo lo requería y nada más, otro día, quise salir de la rutina y me fui a la feria del libro y quedé maravillada porque me sentía en mi mundo; como cuando un niño está rodeado solo por globos y golosinas, esto es solo para describir y aproximarlas a lo que sentí, desde ese momento me volví fiel amiga de  José Saramago, Doris Lessing, Manju Kapur, Rosa Montero y mi querido Fernando Vallejo con el que coincido en muchas cosas de la vida y sobretodo posturas sobre la sociedad colombiana. Hasta ahí mi universo era compartido con ellos, sin embargo y después de unos varios años…Me encontré de cara con una profesora que seguro conocerán llamada Clara Inés Cuervo Mondragón, a ella tuve el placer y la fortuna de escucharle la narración de un libro de literatura infantil que ya había leído yo pero que sonaba diferente en su voz porque transmitía picardía, intriga y camaradería, este libro se llama “Cosita Linda de Anthony Browne” ¿Por qué este recuento? Porque es importante hacerles llegar a ustedes estimadas compañeras algunas apuestas lectoras que debo hacer a partir de las críticas que hace Ana María Machado a los Maestros, aquellos maestros que obligan a leer a sus alumnos siendo que ellos ni siquiera abren un libro, esos que tratan a sus estudiantes como gansos porque los cogen por el pescuezo para someterlos y embutirles comida como sea, y como vacas para acariciarlos en su momento solo con el fin de ordeñarlos, de extraer todo cuanto sea posible de ellos. Y yo me pregunto ¿Eso será satisfactorio en la vida profesional de cualquier profesor? ¿No será que están haciéndole trampitas a la vida profesional?

Pienso que leer en primer lugar no es un acto natural, leer es un acto cultural que no debe ser impuesto, debe ser una más de nuestras costumbres cotidianas, leer debe ser una práctica que de ejemplo a los demás, empezando por los padres con sus hijos, los hermanos con sus hermanos y primos, los amigos con sus amigos, los profesores con sus estudiantes y así sucesivamente… A continuación, una pequeña reseña en la que Machado enuncia un ejemplo muy cómico, “Sobre la década de los 60 en el mundial de Chile 1962, había dos jugadores de futbol muy famosos por sus destrezas a la hora de estar en el terreno de juego, estos eran Pelé y Garrincha. Brasil en ese entonces se enfrentaba en la cancha con Rusia, pero, Pele estaba lesionado y no podía jugar, entonces el Director técnico reunió al equipo en el camerino de vestuario y explicó la táctica que deberían seguir “Cuando el adversario venga por una lado, vosotros pateáis la pelota hacia el otro, cuando ellos hagan tal cosa vosotros hacéis tal otra… y así sucesivamente. Todos escucharon atentos y, al final Garrincha hizo solo una pregunta: ¿Alguien ha coordinado ya eso con los rusos? Dice Machado que tal vez sea eso lo que falte en los programas de lectura, porque se dice que leer es bueno, es útil, es importante, incentivamos a los niños a leer. Pero nos olvidamos de coordinar con los rusos, es decir, con los maestros” y todo este ejemplo ¿Para qué? Para saber y reconocer que muchos maestros “no juegan como se esperaba que jugasen” es decir; no leen, no viven con los libros una buena relación útil e importante, enfatiza Ana María Machado. Esto quiere decir mis estimadas compañeras que si los profesores no dan ejemplo, será muy difícil transmitir la pasión y el amor por la lectura, porque como decía al principio para hacer algo y que ese algo tenga sentido se tiene que hacer con ganas, con amor y con pasión.

Hoy, hice una apuesta con dos de mis tres asistentes las cuales me contaron que nos les gustaba leer, entonces quise jugar un juego que se llama ¿QUE TAL SI? ¿Qué tal si, las motivo de otra forma a leer? ¿Qué tal si las acerco a la lectura de otra manera? Entonces, comencé el día de trabajo sentándolas en el sofá y mirándome de frente, y ¿adivinen qué? Saqué de mi bolso el libro “Cosita Linda” fui testigo de la transformación de sus rostros, estaban agradadas, emocionadas, sus miradas eran tiernas, como si enfrente tuvieran un bebe, había curiosidad y seguí los mismos pasos de la Profesora Clara Cuervo y aunque no creo llegar a interpretar la lectura con la sensibilidad que ella maneja hago el intento y les pregunté que creían que era cosita linda, quien creía que era cosita linda y sin más preámbulos emprendimos juntos este maravilloso viaje. Con esto, concluyo que la lectura muchas veces es tan solo una oportunidad, es tan solo saber llegar, mi apuesta desde Machado y sus críticas a los maestros es: darle la oportunidad a la gente de curiosear,  acercándose a un libro de otra forma, solo mirándolo quizá, hojeándolo tal vez o sintiéndolo.

Entonces, desde los espacios de la literatura como diría Diana Uribe… Darle oportunidades a las personas de Leer en voz alta, es la apuesta para aproximarlos de una manera más fresca y relajada a la lectura; por lo tanto, si todos los días llego a clase, al trabajo o a la casa con un libro, un cuento, una historia que leer, esta práctica cultural tomará fuerza y será tan contagiosa como un virus, un virus que necesitamos para asegurar y garantizar el encuentro con la literatura.

Para todas: Un abrazo de oso, calientico y sabrosón,

 
Ana Mayleth Peralta Enciso

Estudiante

Pedagogía y Literatura
 
3.    Escriba un texto de instrucciones sobre ¿cómo  hacer para que los niños (los de su aula, sus hijos) lean más? Sustente desde Machado
¿Cómo hacer para que los niños lean más?
Instrucciones desde Ana María Machado.
-Despertar la curiosidad en los niños, partiendo de las expresiones, una entonación de voz diferente y llamativa; provocarlos con una pregunta base con respecto por ejemplo al dibujo de la portada del libro, o preguntar sobre el significado del título.
-Ser constante con la promoción de lectura, volver estos ejercicios prácticas cotidianas en la casa y en la escuela a través de meriendas literarias o recesos literarios.
-Escoger un día de la semana como el día del libro, la idea es que todos los niños en el colegio compartan sus libros favoritos a fin de promocionar la lectura.
- Escoger un día de la semana como el día de la fruta, la idea es que cada integrante de la casa escriba un cuento con la fruta seleccionada y sea leído ante los demás.
-Leer libros sobre cualquier tema para que los niños lo problematicen con los padres o profesores y al finalizar la actividad, los pequeños planteen un juego.
-Como Padres o profesores, debemos leer para que los niños tomen ejemplo, esta es una clara invitación que hace Machado, dar ejemplo.
Personalmente más que instrucciones, es una invitación que les hago desde Ana María Machado, pues podría escribir cincuenta instructivos, no obstante las cosas debemos hacerlas porque queremos y la lectura es una de ellas, ejercer prácticas lectoras por presión puede ser agobiante y deja memorias desagradables en la vida de cualquier persona. Entonces, las prácticas lectoras para los niños propongo deberían ser sinónimo de inspiración, magia, colores y libertad, con esos trucos podemos empezar a ser las hadas madrinas de nuevos semilleros de lectura literaria infantil.
Gracias
 

3 comentarios:

  1. Anita, que carta tan hermosa. Se me hace un excelente diagnóstico de la cultura actual, la cual tiene la lectura a la mano, pregona de ella y de lo que se logra (sobre todo en un mundo competitivo, según el discurso de muchos). Para mí es un discurso preponderante de las instituciones educativas, de los maestros e incluso de los padres, algo temerosos de la preparación de los niños en competencias básicas para la vida. Pero el hecho se me hace algo difícil, porque a pesar de lo vital que es la literatura en la vida, a los maestros no les preocupa formarse ellos mismos como lectores, que es un primer paso para cambiar de una “cultura de cantidad de información” a una “cultura de la lectura”. En este punto me parece importante resaltar que siempre se rezaga la lectura en la escuela a lo que es la clase español o lenguas, y a mí me parece que presentamos grandes problemas para avanzar una sociedad que ame a la literatura porque no vemos que el profesor de química, deporte, ciencias o matemáticas son importantes en este proceso. Sería divertidísimo si aprendiéramos de aquellos conocimientos por medio de la lectura de un libro o escuchando a alguien leer. De cierta manera matamos el conocimiento y la lectura porque hacemos de aquellas algo monótono, un deber, incluso algo a lo que damos un valor donde los conocimientos son excluyentes unos a otros.

    Entonces es fantástico cuando cuestionas de como los profesores obligan y hacer ver la lectura y literatura de esa forma tan estrecha, como un deber, creando en los niños imaginarios que les va a quedar para toda su vida. A la larga les roban a los niños el placer de la lectura a la vez que se lo niegan a sí mismos, y por ello estoy de acuerdo que como dice Paulo Freire, donde la educación es una práctica de la libertad, por ello la lectura debería fomentarse en espacios abiertos de encuentro, exclusivos para disfrutar la lectura y la literatura, donde se escuchen todas las opiniones sin juzgar, donde se fomente la creatividad por medio de la escritura.

    Entonces es necesario amar la literatura desde la libertad para poder compartir ese conocimiento y ese gusto y así poder transmitirlo a otros.

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  2. Hola Karen, tienes razón cunado dices que a la larga terminamos robando a los niños es placer de la lectura, yo esto lo llamo un secuestro emocional porque siento que sometemos los sentimientos y emociones de los pequeños al no disfrutar con ellos de estos espacios cualturales tan importante para reflexionar y ser críticos ante las realidades de nuestra sociedad, la lectura reflexiva y conciente nos libera, nos transforma, nos hace amplios, nos traspasa y estos cambios son evidentes cuando empezamos a ejercer dichas actividades lectoras.
    Un abrazo,
    Ana Mayleth Peralta Enciso

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  3. Estoy emocioanda por la carta, por la sensibilidad de ustedes, dice nuestra querida Irene Vasco "No se trata de que ustedes vayan a leer en voz alta de aquí en adelante... NO... Ahora yo les voy a leer en voz alta, para que ustedes empiecen a leerse asi mismos y encuentren sus voces interiores para que puedan comenzar a leerles a otros" Esto es lo que nos esta aportando Anita, pues ella encontró su voz interior.

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