Querido diario:
...
En quinto curso tuve una maestra que acostumbraba a
llamarme holgazán delante de toda la clase. Siempre me escogía para leer
delante de todos. Sabía que yo no era capaz de leer ni de hablar muy bien, y
que cuando leo debo hacerlo muy lentamente. Todos se reían de mí y me trataban
como a un tonto. Odiaba la escuela. Desde aquel año nunca he sido capaz de leer
en voz alta y aún hoy me asusta la idea de que la gente se ría de mí y me llame
estúpido.
Querido Joven
Al leer tu experiencia de lectura en la escuela y la
forma como tu maestra te trató, no dejo de sentir tristeza, no me alcanzo a imaginar
los sentimientos que te embargan al recordar estos sucesos, pero que además han
marcado tu vida, en el área académica y muy seguramente en otras también, pero
quisiera decirte algo, en la vida podemos tener experiencias negativas, que nos
marcan y nos amarran a un pasado lleno de dolor, estos recuerdos son como un freno
para explorar nuevas vivencias que nos llevan cambiar nuestras emociones por
ejemplo con la lectura, no te resignes a seguir así, date la oportunidad de
conocer, vivenciar, la lectura de otra manera, a través de ella puedes conocer
otros mundos y otras personas que te pueden enriquecer. Date la oportunidad de leer para
ti solo, de escuchar tu propia voz, finalmente todos no tenemos que se expertos
en leer en voz alta delante de la gente, te quiero recomendar de una manera personal
los libros álbum son especiales, nos plantean una forma de leer desde los
colores y las imágenes y nos ayudan a cultivar la reflexión. En mi experiencia leer estos libros me han llevado a despertar
la imaginación, la creatividad, la curiosidad. Es una oportunidad para que
tengas otras experiencias con las lecturas, experiencias de emoción que te
pueden llevar a encontrarse con la vida y contigo mismo.
Sólo es cuestión de una oportunidad.
Con cariño,
Nidia
Si Nidia, aveces es muy bueno leer para nosotros, leer en silencio, leer desde las emociones y sentimientos, leer para sanarnos, leer para perdonar y leer para reconciliarnos. La lectura es solo un puerto, la barca somos nosotros.
ResponderBorrarAna Mayleth Peralta Enciso
Leer para nosotros para poder entender quienes somos y como somos, para acercarnos a más a nuestra piel, profundidad de nuestra alama.
BorrarNidia que interesante que los libros álbum te hayan aportado esto... me hubiese gustado escuchar tu opinión de mi articulo que está en relación con este texto.
ResponderBorrarHola compañeras opino que en cuanto a la experiencia de este joven no podemos darnos por vencidos y abandonar la oportunidad de leer, de explorar nuevos mundos, sentimientos y sensaciones.
ResponderBorrarAquí lo importante es superar todas las dificultades y creer en si mismo, a través de la lectura puedo reconciliarme con sigo misma y perdonar a quien me hizo daño.
Seguramente esta persona no pudo imaginar todo en daño que iba a causar en un niño un comentario despectivo.
Es seguro que esta persona estaba atravesando por un mal momento o tal vez también fue tratado de mal manera; pero lo importante es que todos tenemos la maravillosa oportunidad de leer para si mismos, para un ser amado o tal vez para desconectarme de lo que me atormenta, y digo tal vez porque hay un sinnúmero de razones para leer y curar mi alma, mi mente y mi corazón.
Nidia, yo también creo en el poder trasformador de la lectura. Yo creo que hay veces ese puerto que somos, como nos lo regala Ana, en un conjunto de lazos que se han tejido siempre entre tormentas, vendavales, yo creo que todos podemos sentir que la vida se ha tejido en la adversidad, claro está, no está desprovista de la alegría y los momentos memorables.
ResponderBorrarPara mi la lectura a la larga es un proceso de reconciliación y no la reconciliación en sí, no es algo que llega y soluciona la vida como por arte de magia, y no es algo que vaya aparte de todas las dimensiones que manejamos en la vida. Nos va tejiendo poco a poco, libro a libro, por eso siempre descubrimos un libro más que habla de nosotros, o un libro también que es diferente a nosotros.
Lo que más rescato es como puedes volver a colorear esos sentimientos que en un inicio te marcaron, esa otra voz eres tú misma, dándote una nueva oportunidad