lunes, 18 de agosto de 2014

La lectura íntima y compartida (Michèle Petit)

El sentido de la lectura literaria en contextos de violencia es un mecanismo para desinhibirnos, gritar y sanarnos, cuando nos encontramos con la lectura podemos hablar nuestras vidas a través de ella.


Michèle Petit,  es una socióloga y antropóloga francesa, que ha trabajado por ahondar en el sentido que yace en la subjetividad del ser humano a través de la lectura y la contribución de ésta en la construcción o reconstrucción de sí mismo; sobre todo, cuando el hombre se enfrenta a la crisis de identidad en cualquier contexto de la vida ya sea por entes sociales, políticos, económicos y culturales entre otros como los de conflicto interno armado en países como Colombia para no ir tan lejos.

En su ponencia (La lectura íntima y compartida)la autora nos señala que “la lectura no puede curar el mundo de sus violencias” ni resanar las memorias, ni curar las heridas grabadas en las pieles de la historia, ni mucho menos estucar un alma silenciada por la injusticia y la violencia, pero en cambio, si puede ser una trocha iluminada sutilmente por el claro de una luna llena que alberga en cada una de nuestras mentes y esperanzas para descubrir, construir y reconstruir, la grafía de nuestras vidas tachada por nosotros mismos, por nuestra negación y por una resistencia cobarde e ignorante ante el hecho de emanciparnos del lastre horrible de la repetición porque sencillamente es lo más fácil, porque es lo que conocemos, porque es lo que ya dominamos así nos consuma y nos opaque el brillo.
Por lo anterior, estoy de acuerdo con Petit cuando señala que “la lectura, y particularmente la lectura de obras literarias, permite así explorar, formalizar, agrandar, reparar el mundo interior” Uniéndonos a su vez, al mundo exterior; en otras palabras, la lectura es como el contraste en las venas que lucha por reparar nuestros sentimientos, eso que a simple vista no se ve, pero que nos diferencia de las máquinas, porque más allá de buscar la erudición, busco en mi caso personal otros mundos, otros puertos, otros vientos que me sigan hablando de la magia de la sanación, la reconciliación y el amor.

De otra parte, en esta intervención de “la lectura íntima y compartida” la autora intenta convencernos citando a Beatriz Helena Robledo que “un libro es quizás la única puerta que puede permitirles atravesar el umbral y saltar al otro lado”
Oh Dios, saltar al otro lado…
¡Pienso, que es una de las mejores formas de describir el arte y la experiencia de leer!

Pero hablemos un poco de Beatriz Helena Robledo, ella es una joven mujer que interviene por medio de la lectura la vida y realidad de adolescentes colombianos que han sido maltratados por nuestro conflicto interno armado, viendo morir a sus familiares, defendiendo sus vidas matando otras vidas, siendo aprisionados por estos grupos al margen de la ley o simplemente abandonados por enfermar. Las actividades de lectura con ellos, buscan reconciliarlos con una infancia perdida y arrebatada, para que entre narración y narración puedan sanar su presente y proyectar un mejor futuro. Citando a Robledo, Petit resalta “«Una biblioteca o una colección de libros tiene mucho que hacer en una población marginada. (…) Muchísimo más que brindar información o apoyar la educación formal. Para ciudadanos en condiciones medianamente normales de desarrollo, un libro puede ser una puerta más que se abre, en cambio, para aquellos que por circunstancias de la vida han sido despojados de sus derechos fundamentales, o de sus mínimas condiciones humanas, un libro es quizás la única puerta que puede permitirles atravesar el umbral y saltar al otro lado.»”

Citemos otro ejemplo, Mira Rothemberg otra joven mujer que en los años cincuenta, debía dar clase a un grupo de niños judíos provenientes de Europa Central quienes su mayoría habían nacido en campos de concentración o en su directa proporción habían sido abandonados por sus padres durante la guerra para darles la oportunidad de escapar de los nazis, ellos, sobrevivieron como pudieron, asilados por campesinos o religiosas y que por reunificación familiar y la ayuda de organizaciones fueron transferidos a Estados Unidos. Estos pequeños niños tienen una mirada de piedra, apunta Rothemberg, “son niños desollados vivos, violentos, no tienen confianza en nadie y simplemente viven por encontrar su tierra de origen” tanta crueldad.

¿Cuál sería la gran hazaña de esta mujer? Cita Petit a Rothemberg “Yo debía enseñarles historia, lectura, escritura, aritmética. Yo debía civilizarles, hacerlos aceptables a los ojos de los Estados Unidos de América. Era un chiste amargo y cruel. No aprendían nada. Luego, un día, aprovechando un sosiego en sus arranques de odio, les hablé de los Indios de América. Les conté como esos hombres a los que les perteneció el país habían llegado a ser refugiados en su propio territorio, del cual los habían desposeído. Encontré un libro de poemas de Indios que hablaban de la tierra que amaban, de los animales con los que ellos vivieron, de su fuerza, de su amor, de su odio y de su orgullo. Y de su libertad. Los niños reaccionaron. Algo se había movido en ellos. Los Indios debían experimentar por América lo que ellos mismos sentían por su país de origen. Todos nos convertimos en Indios. Quitamos los muebles de en medio del salón. Instalamos tiendas y pintamos un río sobre el suelo. Construimos unas canoas, unos animales de tamaño natural en papel maché (...). Los niños comenzaron lentamente a liberarse de sus caparazones.”

Otro antecedente recogido por Michèle Petit, es sobre la vida que se lleva en los suburbios o barrios de la periferia urbana y el contraste de éstas con la contribución de bibliotecas públicas que luchen contra la exclusión, ahora conoceremos a Daoud, un joven senegalés que hace referencia a: cita Petit “"Cuando se vive en los suburbios, está uno destinado a tener malos estudios, a tener un trabajo asqueroso. Hay un montón de cosas que te hacen ir en cierta dirección. (…)(Los “vagos”) hacen lo que la sociedad espera que hagan, y nada más. Son violentos, son vulgares, son incultos. Dicen: "Yo vivo en los suburbios, entonces yo soy así", y yo fui como ellos. El hecho de tener bibliotecas como ésta me permitió entrar, venir, encontrarme con otra gente. Una biblioteca sirve para eso... Yo elegí mi vida y ellos no."

La finalidad de Michèle Petit en esta intervención, busca hacernos sentir que para los jóvenes en situaciones extremas la lectura bien sea de un poema o una leyenda permite “salir de las obsesiones, desligarse y dar la cara a lo real” o como diría yo, la lectura me confronta con la vida.

La lectura como otro espacio, otro tiempo

A mi juicio, coincido con Petit en que la lectura se haga donde se haga, bien sea en la habitación, el parque o una biblioteca abre en la vida un espacio, una pausa, un respiro, en otras palabras el tiempo se detiene, con la lectura siempre busco agarrarme de manera mágica a mi existencia. La lectura nos reconcilia con nuestros miedos y odios, por ejemplo, en los contextos violentos como se menciona anteriormente la lectura permite que no sigamos siendo reclusos y/o rehenes porque sencillamente a través de estos espacios podemos escapar y porque no emanciparnos, como le pasó a Rosalie, cita Petit “«La biblioteca, los libros, eran la mayor felicidad, el descubrimiento de que había otro lugar, un mundo, allá lejos, en el que podría vivir. En ocasiones hubo dinero en la casa, pero el mundo no existía. Lo más lejos que llegábamos era a la casa de mi abuelita, en vacaciones, en los límites del municipio. Sin la biblioteca me habría vuelto loca, con mi padre gritando, haciendo sufrir a mi madre. La biblioteca me permitía respirar; me salvó la vida»”

Quiero ahora seguir retomando a Michèle Petit pero desde otra perspectiva. La lectura: abre, despeja, sana y todas esas cosas lindas; pero, se han preguntado si por el contrario la lectura nos parece el peor castigo ¿Qué pasa si leer no es siempre un placer? En entrevista para el Clarín de Argentina (2009), la autora responde “En medios en los cuales leer no siempre es un placer, ­porque es difícil, porque existen obstáculos como el alejamiento geográfico, dificultades económicas y prohibiciones culturales, o porque quizás la cultura escrita no estuvo presente­, la persona que no lo experimenta puede sentirse aún más excluida. En esas situaciones desfavorables, muchos logran leer gracias a los mediadores, al acompañamiento cálido de algún facilitador con gusto por los libros, que logra hacer deseable su apropiación”  cito lo anterior, porque pasa con frecuencia que muchas personas detestan el hecho de estar frente a frente con un libro y la única forma que encuentro para ayudarlos a saltar al otro lado es narrándoles, leyéndoles en voz alta, esto es para mí como una puesta en escena donde la estética de la historia que leo se quiebra en muchas mariposas amarillas para dejar penetrar la luz de otros imaginarios en sus vidas. Es lo que pasa con Pilar otra joven mujer quien dice, cita Petit “A través del libro, cuando uno mismo tiene pensamientos, angustias, en fin, no sé muy bien, el hecho de saber que otras personas los han sentido, los han expresado, eso yo creo que es muy importante. Es, tal vez, porque el otro lo dice mejor que yo. Hay una especie de fuerza, de vitalidad que emana de mí porque lo que esa persona dice, por equis razones, yo lo siento intensamente”. Y creo que ella lo siente intensamente porque encuentra fácil conectarse con esos espacios, con esos encuentros íntimos entre la narración y uno.

Cuando nos narran, el mensaje llega en forma de eco y esto se cuenta como otro espacio para rehacerse y volverse a reconstruir, cuando nuestra profesora Clara Cuervo nos lee mi cuerpo y alma se vuelca a una zona de tranquilidad, su voz llega con trolls que cargan caramelos en sus melenas y con angelical sonrisa me regalan uno, es un deleite escuchar sus narraciones “lo encuentro fascinante porque de niña nunca me leyeron”

No ovacionaré más a la  lectura, me ovacionaré a mí misma por no haberle negado la oportunidad de colorear mi universo.
                                                    

Ana Mayleth Peralta Enciso





3 comentarios:

  1. En cuanto a La lectura íntima y compartida (Michèle Petit) tengo que decir que fue una experiencia absolutamente edificante. No solo por la manera que tenemos de ver la sociedad, sino además porque me sentí identificada con cada uno de los personajes en algún aspecto.
    Con Rothember porque al igual que ella cuando trabajo con los niños judíos que eran carentes de afecto, violentos y desconfiados. Asimismo; tuve un grupo en Altos de Cazucá en donde los niños eran violentos desconfiados y faltos de afecto ya que ahí se apoya a la población desplazada. Esta experiencia fue un reto en un principio casi aterrador pero en la medida en que uno va entendiendo la situación en la que viven y buscando la manera de sacarlos de esa realidad cruel, aunque sea por un momento de juego, de interacción o en un maravilloso viaje a otra realidad por medio de la lectura.
    Esta última como una estrategia de aprendizaje y de socialización de los niños y mi persona con el ánimo de acercarme a ellos y ser respetada y porque no querida por los niños, todos estos objetivos fueron alcanzados con mucha paciencia y un trabajo arduo en donde la lectura de literatura infantil colorida y con personajes de la tv. como el gato ensombrerado. Les fascinaba y me pedían más.
    Las palabras con la expresión del rostro y la voz dulce, graciosa, y aterradora en cada lectura permite que los niños se desconecten de esa realidad y creen su propio mundo en donde hay realidades similares. En donde estos personajes lograron superar los obstáculos y donde otros quedaran en nuestra memoria por las luchas que instauraron y por las enseñanzas que nos dejaron.
    De igual forma, como lo expresa la compañera Ana Peralta; pienso que aunque muchos de nosotros no tuvimos la oportunidad de tener un acercamiento agradable a la lectura debido a la rigidez de nuestros padres y docentes de la época la lectura te abre puertas a mundos inimaginables. Tal como lo expresa Paulo Freire en” La pedagogía del oprimido” en donde sustenta que la educación te libera.
    En este caso aplica que la lectura te libera, te introduce en otro contexto, teda las herramientas para descubrir nuevas realidades y por qué no te abre los ojos a muchas situaciones que pasan en tu entorno y que te pueden afectar si tú te dejas influenciar negativamente. Tal como lo dice: Daoud quien a pesar de vivir en un barrio marginal rodeado de delincuencia, quien encontró en la lectura y en las visitas a la biblioteca otra manera de ver el mundo.
    Este joven se desmarco de esta realidad y se proyectó como un joven emprendedor que no tuvo la necesidad de continuar en ese círculo vicioso de la realidad de su entorno. Qué ejemplo tan maravilloso tratemos de lograr que así como este joven logro superarse a través de la lectura y por un pensamiento positivo. También nosotros desde el rol de docentes podamos aportar nuestro grano de arena para apoyar a nuestros jóvenes a ser cada día mejor persona sin importar en el contexto donde se encuentren.
    En este país víctima de violencia y de corrupción no nos podemos dar el lujo de victimizarnos para inspirar lastima de los demás. Sino que debemos abrir los ojos y dejar la ignorancia que es en últimas la que nos lleva a cometer errores y dejar que nos vulneren nuestros derechos y que no sepamos nuestros deberes.
    La educación por medio de la lectura te quita la venda; todo depende de lo que se quiera leer, de lo que se quiera aprender y de lo que nos proyectemos ser.

    Gracias.
    Yenth Sánchez Rodríguez
    Pedagogía y literatura
    Grupo 4

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  2. Ana, qué texto tan bello... me encantó, no ovacionaré a la lectura me ovavcionare a mi misma por permitir la lectura en mi.... hermoso.

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  3. Yenth, me dejas pensando a cerca de tu frase "lectura de literatura infantil colorida y con personajes de la tv", pues tienes que revisar cuál es la diferencia entre los libros esteriotipados y la literatura.

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