sábado, 23 de agosto de 2014

Entre la narración oral y la lectura en voz alta, una experiencia enriquecedora para el desarrollo personal y grupal

Narración oral 
 

Mitos y leyendas de Colombia. Tomado de: https://www.google.com.co/search?q=dibujo+de+narracion+oral

 
1. Desarrollar una historia no suscrita por un texto sino por la capacidad de contar y de expresar teniendo en cuenta a los otros que están escuchándome.
2. Es permitir relatar nuestra propia versión de las historias, desarrollar nuestra propia voz fortaleciendo la capacidad verbal, oral y creativa.   
3. Las historias narradas por los abuelos o padres permiten transportarse en el tiempo con su juego de voces y su expresión corporal transmitiendo miedo, susto y otras emociones con sus palabras.4. Los niños interiorizan esos cuentos como si fueran reales por el impacto de la palabra.
5. Proponer compartir relatos con los niños y permitirles participar con sus propios relatos
                                                                                
Puede reconocerse cuando se crean discursos/ historias que queremos que lleguen a los otros, pero no de cualquier manera sino de una forma cercana, emocionante y vinculante, como lo hace este profesor de poesía https://www.youtube.com/watch?v=eVCxXr5IK_s en El tigre y la nieve hay una parte bellísima donde Atilio le dice a sus hijas la importancia de escoger adecuadamente las palabras para poder expresar aquello que queremos decir, porque son las claves que poseemos para abrir las puertas si las sabemos orientar.


Otros ejemplos son los mitos y leyendas de Colombia son un claro ejemplo de las narraciones orales de los pueblos en donde los abuelos se valían de ellos para tener más control con jóvenes.
Y aun todavía gran parte de estas poblaciones creen que fueron reales.




Lectura en voz alta


Compartiendo sueños. Tomado de:

https://www.google.com.co/search?q=lectura+en+voz+alta



1. Compartir un espacio conjunto alrededor de un texto donde una persona o varias le da vida con su voz a un texto, otorgándole un ambiente particular para trasmitir a otros su significado y hacerlos participes.
2. Hallar una forma de expresión propia para leer la literatura a cierto público, por medio de la moderación, donde de una manera u otra se desarrollan elementos como  la entonación, el ritmo y la dinámica corporal.
3. Es tratar de escoger un texto que sea significativo dentro del  contexto y darle cabida a la reflexión por medio del goce de la lectura, su debido detenimiento.
4. La voz del maestro permite despertar la sensibilidad en los niños a interiorizar la historia escuchada.
5. La dulce voz de quien lee permite que los niños se enamoren de la lectura, que propongan también sus lecturas. Que se cuestionen del final de la historia y que creen alrededor de estas miles de preguntas a las cuales ellos les pueden dar sus respuestas.                                                                                                                                          
Un ejemplos lo podemos ver con el  libro de los cerdos de Antony Browne.

Podemos recordar una película que todos conocemos, Matilda haya en los libros la morada de sus sueños en una realidad que los limita. Esta película como recreación del libro de Roald Dahl nos muestra la lectura en voz alta como algo en donde nos podemos identificarnos, porque nos sentimos escuchados en silencio por algo que alguien ha plasmado en un texto, y solo al ser expresado por una voz cobra vida ante el lector. 



Pero, ¿qué los diferencia?


Sin duda estas dos formas diferentes de percibir la lectura son vitales para invitar a leer y crear a otros, despierta la sensibilidad y permite que la lectura sea toda una experiencia de desarrollo y crecimiento, tanto personal como grupal, sin embargo podemos anotar que mientras la lectura en voz alta trata que quien lee recree un texto que reposa sigiloso, la oralidad busca darle potencia a aquello que se quiere decir, algo que no propiamente reposa como texto sino que es parte delo que creemos y lo que creamos nosotros mismos.  


Yenth Erika Sanchez Rodriguez y Karen Viviana Vargas Galvis.





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